Vivir en pareja puede ser una gran experiencia para algunas personas, mientras que para otras pueden ser toda una pesadilla. Dejando de lado el aspecto emocional y la convivencia y centrando en lo económico, se puede decir que la vivencia en pareja puede ser un arma de doble filo ya que hay tanto desventajas como ventajas que deben ser muy bien manejadas por aquellas parejas que están dispuestas a dar el gran paso.

Las ventajas de vivir con un ingreso extra

Muy pocas personas ven a su pareja como un ingreso extra, pero la realidad, es que si se tiene a un compañero que además de dar apoyo emocional, logra dar apoyo económico, la situación financiera de la casa se hace mucho más cómoda. Cuando una pareja se muda a un nuevo hogar, los servicios se pueden pagar entre ambos, al igual que los alimentos y los productos de primera necesidad. Todo este ahorro permite que las parejas puedan planificar proyectos a futuro, como el de comprar una casa propia, planear una boda, crear una empresa entre otras muchas cosas que pueden permitir el desarrollo personal de la nueva familia.

El ingreso extra no resulta ser lo que se esperaba

Lo ideal sería que en una pareja con ingresos medios, las dos partes ayuden al mantenimiento del hogar en común y permitan crear un ahorro que los ayude a formar proyectos futuros. Pero si una de las partes no tiene una buena actitud con respecto a la colaboración y el trabajo en equipo, será casi imposible lograr que el hogar pueda ser mantenido, económicamente hablando de la mejor manera. Si una de las partes paga más que la otra, esta persona vera como sus planes de desarrollo personal se hacen cada vez más lejos. Si además de pagar más en el hogar, se debe cubrir necesidades básicas de la pareja, la situación económica de esa parte explotada, no superará ni los más mínimos planes de desarrollo.