Las empresas propietarias de cadenas de supermercados cuentan con buenos departamentos de mercadeo, que han desarrollado formas de hacer que los consumidores compren más cosas, que en la mayoría de los casos, no son de primera necesidad. Las familias pueden ir a comprar un determinado producto y terminan por comprar otra cosa extra que no era necesaria pero que no pudo evitar adquirirla.
La vista es el mejor aliado de los supermercados
Los supermercados utilizan los colores llamativos para hacer que las personas se sientan atraídas por ver ciertos productos o carteles especiales. Esto hace que los carteles de rebaja estén en colores llamativos, para que las personas puedan ver primero el cartel de rebaja, que el producto en sí. Los colores también se aplican en los anaqueles y las presentaciones de productos, que buscan llamar la atención del consumidor.
Además de los colores, las empresas pueden utilizar los números, como formas de hacer que el subconsciente de la persona determine que un determinado precio es una buena oferta. Esto motiva a que los precios de las cosas no estén tazados de manera redondeada, sino con decimales, que den la apariencia que el producto es más económico de lo que es.
La música y el tacto
La música en las tiendas pueden llevar a las personas a tiempos mejores donde se era feliz. Estos recuerdos felices hacen que la persona permanezca más tiempo en las instalaciones de las tiendas, incluso puede hacer que se mantenga en ciertos rincones de los supermercados. El tacto es otra forma de estimular el consumo, cuando una persona está en la posibilidad de poder tocar las cosas, esta se puede sentir más motivada a comprar, ya que al tocar puede sentir la buena calidad del producto, lo que hace que los productos de baja calidad no se vendan fácilmente con esta táctica.
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