El consumo responsable de energía es una necesidad cada vez más acuciante en los hogares occidentales, no sólo por el ahorro económico que ello supone sino porqué, de esta manera, se reduce la demanda de combustibles fósiles, sobre todo petróleo o carbón, pero también gas natural, reduciendo así las emisiones deCO2 a la atmósfera, que es el causante principal del calentamiento global, un proceso que está cambiando el ecosistema terrestre y que puede poner en peligro la vida en el planeta.

Los avances tecnológicos, sin embargo, han dado lugar a electrodomésticos que nos pueden ayudar a conseguir estos objetivos. Hoy en día, cada electrodoméstico ofrece una versión de bajo consumo, o consumo eficiente, lo que hace posible que, al comprar, el consumidor tenga siempre la posibilidad de optar por un consumo responsable de energía.

Electrodomésticos eficientes


Electrodomésticos eficientes

  1. Mantenga el refrigerador a una temperatura justa, evite que enfríe demasiado. La nevera supone el 20% del consumo energético del hogar. Lo más aconsejable es mantener la nevera a unos 3ºC y el congelador lo más cercano posible a los -17ºC. Asegúrese de que la nevera funcione en la modalidad de ahorro energético, si la tiene y controle periódicamente que la puerta cierra bien y no pierde frío.
  2. Utilice la lavadora a una temperatura máxima de 30ºC, normalmente, esta temperatura es suficiente para limpiar ropa que no esté muy muy sucia. Dos lavados semanales en temperatura templada, en lugar de caliente (60ºC), pueden ahorrar emisiones anuales de hasta 230 kilogramos de CO2 a la atmósfera.
  3. Utilice el lavaplatos sólo cuando esté totalmente lleno. Hágalo funcionar en el programa de ahorro energético y apague la función de secado. Dejar que los platos se sequen manualmente ahorra un 20% del uso de electricidad del lavaplatos.
  4. Baje la temperatura de su termostato de agua. Los termostatos, normalmente están programados a 60ºC mientras que 48ºC – 50ºC es más que suficiente. Una diferencia de 10ºC supone un ahorro de unos 240 kg de CO2 anuales a la atmósfera, en el caso de un calentador eléctrico, y de unos 180 kg en el caso de uno de gas.
  5. En general, cuando vaya a comprar electrodomésticos, o a sustituir los antiguos por unos nuevos y más eficientes, trate de elegir uno de los modelos que garantice un consumo eficiente. En la etiqueta, los más eficientes son los que tienen el distintivo A; que consumen entre el 42% y el 55 de energía de uno normal, el A+ un 60-70% de ahorro energético o el A++; un ahorro energético de más del 70%. Aunque el precio sea aún mayor, es fácil calcular el ahorro a largo plazo que supone u n electrodoméstico que consume entre un 30% y un 60% de la energía de uno normal.

Si anteriormente hablábamos de la conveniencia de utilizar los electrodomésticos de la manera más eficiente para ahorrar energía. Siguiendo con este objetivo entonces nos centraremos sobre la temperatura de la casa, por un lado trataremos una serie de medidas a tener en cuenta a la hora de ahorrar energía para mantener la temperatura de la casa y por otra, trataremos sobre una serie de trucos que nos pueden ayudar a conseguir ese objetivo.

Ahorrar energía al calentar y enfriar la casa


Ahorrar energía al calentar y enfriar la casa

Mantener la temperatura de la casa caliente en invierno y fría en verano puede suponer uno de los mayores contribuyentes al gasto energético, por esa razón hay que tener en cuenta una serie de normas. La primera de ellas, no excederse con el calor ni con el frío: Normalmente la temperatura de la casa debería mantenerse entre los 24ºC en invierno y los 18ºC en verano.

Conviene tener en cuenta que cada grado de diferencia cuenta. Bajando el termostato 2ºC en invierno puede suponer un ahorro del 6% de las emisiones de CO2 anuales de una casa.

Revisa periódicamente los aparatos de climatización para mantenerlos en el mejor estado posible, para que su consumo energético sea eficiente. Vigila los filtros de los aparatos de aire acondicionado y/o bombas de calor. Unos filtros limpios harán que trabajen mejor, ahorrando el gasto de energía y contaminando de un 20% a un 50% menos.

Algunos trucos que te ayudarán a reducir tu factura


Ahorrar bombillas de bajo consumo

Cambiar las bombillas tradicionales por bombillas de bajo consumo, puede suponer un buen ahorro en la factura eléctrica. En los últimos años han surgido varios modelos de este tipo de bombillas. Las más prácticas son las bombillas de compactas fluorescentes, también conocidas como “bombillas CFL” o las bombillas LED, que ahorran entre un 75% y un 80% del consumo de energía de una bombilla normal.

Mantener el calentador del agua protegido del frío puede suponer un buen ahorro energético, sobre todo si tiene el calentador ubicado en el balcón de su casa y expuesto a temperaturas bajas n invierno, ya que el consumo de energía necesario para mantener el agua caliente en esas circunstancias se dispara.

Sistemas de ahorro de agua en grifos y ducha: Los reguladores del caudal de agua son unos dispositivos que reducen el consumo el caudal de agua que sale de los grifos manteniendo la presión. e Cuestan entre 6 y 10 euros , se instalan de una manera muy sencilla, sustituyendo a los actuales filtros y pueden suponer un ahorro de entre un 40 y un 50% en el consumo de agua.

Por último, lo más importante, controle la temperatura de su casa de forma natural. Aísle bien las ventanas con cinta para que la temperatura interior se mantenga. Para airear la casa en invierno, con abrir las ventanas 10 minutos sirve. En verano, evite que el sol entre en las horas más calurosas del día y trate de mantener apagadas las luces más potentes de la casa.

Hasta ahora hemos tratado sobre algunas formas de uso de los electrodomésticos para ahorrar en el consumo de energía de la casa. Ahora hablaremos sobre las acciones que puedes llevar a cabo en la casa con el fin de reducir energía.

En algunos casos, estas acciones pueden suponer un gasto de dinero, pero en el largo plazo resultarán una inversión, ya que reducirán sensiblemente tu factura energética y pueden suponer un ahorro de toneladas de CO2 enviadas a la atmósfera.

  • Aísla tus paredes y techos: El aislamiento correcto de paredes y techos te ayudará a mantener la temperatura de tu casa constante sin necesidad de calefacción en invierno o de refrigeración en verano. Unos buenos aislamientos pueden suponer un ahorro medio del 20 al 30% de energía, ahorrando entre 70 y 1.000 kg de CO2 a la atmósfera.
  • Cambia tus ventana viejas por unas nuevas: Las ventanas viejas son uno de los principales causantes dela pérdida de calor en la casa, y el consiguiente gasto en calefacción. Unas buenas ventanas, si vives en un clima frío, con doble cristal, pueden suponer un ahorro de entre el25 y el 50% del gasto energético.
  • Si vives en una casa unifamiliar, planta árboles que den sombra a la casa. Si el clima es cálido pinta la fachada de colores claros, si el clima es frío, píntala de colores oscuros. Te ayudará a mantener una temperatura más agradable en su interior.

En el trabajo y en tu comunidad

En el trabajo trata de dialogar con tus jefes para conseguir que tu empresa comience a comportarse de una manera responsable y actúe en la línea de un uso eficiente de la energía y de la reducción en la producción de residuos. Si está a tu alcance, convence a las autoridades locales de la necesidad de un uso responsable de los recursos energéticos en escuelas y edificios públicos.

Asimismo, en tu comunidad puedes estar al tanto de quienes son los candidatos que apoyan unas políticas más acordes con las energías limpias para apoyarles o colaborar con ellos si lo deseas.