Permitidme que hoy trate de unir dos elementos que no tienen relación aparente entre si, pero que están irrumpiendo con fuerza en la sociedad española. De hecho, están contribuyendo a su transformación, de alguna u otra manera. Y para comenzar con esta reflexión, dejadme que os haga un par de preguntas: ¿habéis contado las aplicaciones móviles que lleváis en vuestro smartphone o tablet Y, ¿os habéis planteado alguna vez vender esos “cachivaches” que tenéis por casa y que ya no usáis, a pesar de haberlos comprado convencidos de que era vuestra mejor inversión Pues bien, hoy la tecnología, a través de alguna aplicación de vuestro dispositivo móvil, os permite que en pocos minutos podáis poner de nuevo en el mercado artículos que ya no utilizáis y darles una segunda vida. Es una buena vía para potenciar la cultura de la reutilización, un tanto olvidada en pasadas épocas de bonanza económica.

Solo os voy a comentar algunos datos para que os deis cuenta de las posibilidades que presentan las aplicaciones móviles (apps) en una sociedad cada día más consciente de la necesidad de reutilizar y abrirse, por tanto, al mercado de segunda mano. Según un estudio elaborado por IAB Spain, el 69% de los internautas ya se conecta a Internet a través de aplicaciones móviles. Si a esto le sumamos, que 9 de cada 10 internautas móviles ha usado en alguna ocasión el smartphone en el momento de decidir una compra, la conclusión es sencilla: las apps son un adecuado instrumento para potenciar la reutilización de artículos. Porque, lo cierto es que también existe un importante segmento de la población deseoso de deshacerse de productos que ya no usa, y por qué no, comprar otros a buen precio en el mercado de segunda mano. Una encuesta realizada por Wallapop apunta que el 48% de los españoles calcula tener en casa artículos que no utiliza por valor de 500 euros.
Sean 500, 600 o 30 euros, seguro que todos tenemos algo que ya no usamos y que todavía puede ser útil para otras personas ¿Por qué no le quitamos la capa de polvo que tiene acumulada y tratamos de darle salida en este pujante mercado de segunda mano que parece haber despertado, empujado por la crisis económica Aquí os indico algunas de las apps que podéis descargar en vuestros dispositivos móviles y usar para comprar o vender en este mercado de segunda mano.
Wallapop:

Esta aplicación de origen español llegó al mercado en octubre de 2013 y finalizaba su primer año de vida con cuatro millones de usuarios, ocho millones de referencias de productos en catálogos y un volumen diario de dos millones de euros en transacciones entre usuarios. Realmente son cifras que impresionan, sobre todo si se tiene en cuenta que se han alcanzado en un solo año. Se ha mantenido en el Top 10 del ranking de aplicaciones más descargadas para iOS y Android desde su llegada al mercado tanto en la categoría de Lifestyle (App Store), como Shopping (Google Play).
¿Dónde radica el éxito de esta aplicación móvil Parece que una de sus bazas principales se encuentra en su sencillez de uso. Cualquier persona puede subir un artículo para vender desde su móvil en tan solo unos segundos. Y el comprador, por su parte, puede encontrar los productos geolocalizados, organizados por cercanía al lugar desde el que los busca.
Para que la transacción entre comprador y vendedor se pueda realizar con éxito esta app permite chatear para realizar contraofertas o acordar un punto de encuentro para tocar el producto antes de adquirirlo. Los artículos que se exponen en este gran escaparate se pueden encontrar organizados por secciones: moda y accesorios, casa y hogar, deporte y ocio, niños y bebés, electrónica, videojuegos, libros, pelis y música, coches y motos y, otros.
YuMe:

Esta aplicación móvil también utiliza la geolocalización para encontrar los productos más cercanos a nosotros y un chat para que comprador y vendedor se puedan entender. La búsqueda también se puede realizar por artículos que se han subido recientemente o por los más hottest, así como por categorías: electrónica, libros/comics, apuntes/exámenes, videojuegos/juegos, cine/música/instrumentos, ropa/accesorios, perfumes/belleza, posters/decoración, deporte/bicis/patines, entradas/viajes, niños/bebé, motor y “todo lo demás”.
Esta app tiene la particularidad de que funciona a través de Facebook, es decir, para poder interactuar con el resto de usuarios hay que registrar se en esta red social. Como dato curioso, cabe destacar que a la hora de vender un producto puedes elegir hacerlo a todo el mundo o solo a tus amigos. Otro aspecto que llama la atención es el sistema de hashtags incluidos en una de sus últimas actualizaciones, a través del cual puedes encontrar los artículos que buscas. Si por ejemplo estás interesado en comics, escribes #comics y el sistema te avisa automáticamente cuando encuentre coincidencias con esa búsqueda. Esta aplicación móvil se puede descargar gratuitamente desde Google play.
HappySale:

Al igual que la anterior también lleva en su ADN la impronta de las redes sociales, esta funciona a través de Facebook, pero también de Twitter y Google Plus. En este caso, la propia aplicación sugiere descripciones para los artículos a vender, aunque estas se pueden retocar. También te sugiere el precio de venta basado en productos similares y en la información introducida sobre el mismo. Posibilita la opción de ver lo que otras personas están vendiendo en el área en la que nos encontremos. Y como las anteriores, permite la comunicación entre los usuarios para intercambiar mensajes. Es una aplicación gratuita disponible en iOS y Android.
Vibbo:

Es la que más años de experiencia tiene en el mercado de compra-venta de productos de segunda mano. Como el resto utiliza la geolocalización para aprovechar las posibilidades de la app al máximo. Es gratuita para iOS, Android y Windows Phone.
Reutilizar, una variable a incluir en nuestro consumo
Estas son solo algunas de las que aplicaciones móviles que existen actualmente en el mercado para comprar y vender artículos de segunda mano y así, volver a poner en circulación productos para su reutilización. Alargar la vida de los productos que compramos aún después de que a nosotros ya no nos sean útiles, es una manera de contribuir a construir entre todos un consumo más responsable, ¿te apuntas
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