Ya ha llegado el verano y con él el calor las temperaturas en la mayor parte del país aumentan hasta niveles por encima de los 30 o 35 grados, alcanzando niveles verdaderamente extremos de calor en algunas ciudades. Esto hace que tengamos que recurrir al aire acondicionado para refrescarnos; un electrodoméstico que hace de nuestra casa un lugar más confortable en verano, pero cuyo uso puede disparar nuestra factura energética. En este artículo pretendemos ofrecerte una serie de consejos para utilizar el aire acondicionado de una forma más racional y reducir así el consumo energético.
Intentar mantener la casa fresca de manera natural:

Lo mejor para ahorrar energía en la refrigeración es intentar mantener una temperatura baja de forma natural. Eta que el sol entre el las habitaciones en las horas más calurosas del día y trata de mantener apagadas las lámparas más potentes y si puedes cambia las lámparas incandescentes por sistemas más eficientes como LED o CFL que desprenden menos calor. Asimismo evita encender electrodomésticos que aumenten la temperatura, como el horno, el lavaplatos o la secadora de ropa, si la tienes.
Programar el termostato de forma que ahorre el máximo de energía:

El termostato del aire acondicionado debe estar programado a una temperatura mínima de 25º para que el consumo de energía sea más reducido. Asimismo, en invierno no debería estar nunca por encima de los 20º.
Si además tratas de ajustar la temperatura gradualmente para mantener el confort en la casa, el gasto se reducirá aún más. Un grado de temperatura durante 8 horas supone un considerable ahorro de dinero en la factura mensual.
Mantén el termostato alejado de fuentes de calor. Coloca el aparato en un lugar de sombra, no debe darle el sol directamente. Además, trata de mantenerlo alejado de electrodomésticos que desprendan calor ya que podrían "engañarle" en cuanto a la temperatura ambiente, obligándole a refrigerar con más fuerza. Asimismo evita que le dé el sol directamente.
Limpiar los ventiladores:

Son la parte de tu aparato de aire por donde se expulsa el aire caliente. Conviene que los ventiladores estén limpios para que el aire salga correctamente, ya que esta parte suele ensuciarse bastante porque está colocada en la parte externa. ¿Cómo limpiarlos Un aspirador es una muy buena solución.
Comprobar el condensador:

El condensador es la parte frontal del aparato y debes asegurarte de que no está bloqueado, para evitar problemas. ¿A qué nos referimos con que "esté bloqueado" Pues a que no haya ningún objeto que esté demasiado cerca del condensador e impida la entrada correcta de aire. Asegúrate de que tiene espacio suficiente para "respirar" adecuadamente y listo.
Comprobar los niveles de gas:

Sí, los aires acondicionados tienen gas, igual que las calderas. Lo único que tienes que hacer es asegurarte de que no tiene fugas para que siga funcionando normalmente. En esto sí es posible que tengas que llamar a un técnico. Con algunos modelos de aire acondicionado puedes comprobar por ti mismo/a que los niveles de gas son adecuados; con otros modelos no. Es algo que te puede interesar preguntar cuando estás en la tienda a punto de comprar tu aparato de aire acondicionado.
Revisar la instalación eléctrica:

Como en tu casa, interesa que los circuitos eléctricos estén siempre en correctas condiciones. Si los cables y conexiones de electricidad están perfectas te aseguras de no estar haciendo ningún derroche de energía.
Escoger el aire acondicionado que mejor se adapte a tu casa:

Si vas a comprar un aire acondicionado centralizado, mira que sea un aparato con una clasificación de eficiencia energética. Los que tengan la clasificación https://blog.revista-ideasonline.org; (A+ y A++) son los que más te ayudarán a ahorrar en energía. Aunque su precio de venta sea algo mayor, el consumo de energía puede ser un de un 30 a un 40% menor que el de un electrodoméstico con calificación https://blog.revista-ideasonline.org.
Utilizar los ventiladores:

Si el calor de la temperatura ambiente no es exagerado, el ventilador es una manera mucho más eficiente energéticamente, para refrescar la casa. No abuses del aire acondicionado y utiliza los ventiladores. Al final del mes lo notarás en tu factura de energía.
Mantener limpios los filtros:

Los filtros son un elemento fundamental en el buen funcionamiento del aire acondicionado. El polvo y la suciedad que se acumulan, obstruyendo los filtros, impiden la circulación del aire y hacen que se desperdicie energía. Limpiar los filtros una vez al mes supone un ahorro de entre el 5% y el 15% de la factura eléctrica.
En esto no hace falta que sigas estrictamente las indicaciones del fabricante porque no va a representar ningún perjuicio para tu aire y te va a permitir ahorrar algo de dinero. Los fabricantes suelen recomendar que cambies los filtros del aire cada pocos meses. Sin embargo puedes alargar el plazo, eso sí, sin exceder los 3 años.
Si además un técnico inspecciona el aparato una vez al año, es probable que su consumo de energía se reduzca de una forma considerable.
Puede que de entrada no te lo parezca pero el mantenimiento es casi la piedra angular a la hora de prever si un electrodoméstico te va a salir a cuenta o no.
Es decir, todos tenemos o hemos tenido lavadora y sabemos lo que cuesta (en términos estrictamente económicos) que el técnico se desplace a nuestro domicilio cuando hay una ruedecita de la lavadora que no gira o un botón que se ha quedado encallado… o cuando el tambor huele mal por algo que probablemente esté relacionado con la cal. Suele serlo.
Por eso es interesante que antes de comprar tu aire acondicionado sepas si hay filtros que puedes reemplazar tú mismo/a o cómo debes cuidar del aparato. Porque cuidar de tu aire acondicionado adecuadamente va a ahorrarte muchos dolores de cabeza innecesarios y va a hacer que te dure más tiempo en buenas condiciones. Ésta es una de las claves del ahorro.
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